ROBERTO VERINO
1992 fue un año importante en la carrera de Verino. Tras afianzar su nombre vendiendo en tiendas multimarca y centros comerciales, logró abrir su propia tienda en Madrid y lanzó su primer perfume. Por si fuera poco, ese mismo año se alzó con la Aguja de Oro al mejor creador internacional.
En los últimos años ha diversificado sus inversiones en otros ámbitos como perfumes, gafas, cerámica o interiorismo, apelando siempre a un «concepto de diseño de vida» y a una «atmósfera” propia y particular. No contento con estaexpansión, se ha sumergido en el sector vitivinícola, gracias a un proyecto familiar que comparte con su padre y hermanos y que le ha llevado a abrir su propia bodega.
Las prendas de Verino, siempre prácticas y realistas, están dirigidas a una mujer urbana que sigue las tendencias pero sin alejarse de sí misma. Moda con un punto de atemporalidad. Algo que el creador gallego reafirma en sus comentarios:“Comprar Roberto Verino es una inversión y no un gasto, porque además de las veces que uno se lo puede llegar a poner, también el grado de exclusividad es enorme comparado con el de las grandes cadenas».