ROSA MONTERO
Es consciente de que los límites entre la realidad y la ficción son difusos y quebradizos. Y así lleva viviendo desde que en 1979 publicara su primera novela. Sin saber a ciencia cierta si lo que recuerda lo ha vivido en realidad, lo ha leído o lo ha soñado. Una mujer menuda, vivaracha, alegre, obsesiva, amable y nerviosa que se construye cada día mientras camina sobre cristales. Es el peaje que se paga por estar rematadamente cuerda.