SYBILLA
Sybilla Sorondo Myelzwinska nació en Nueva York, en 1963, de padre argentino y madre polaca. Pronto se trasladó a Madrid. En el año 83, desde el sótano de la casa de su padre, el diplomático Jorge Sorondo, comenzó a producir sus propias prendas y tres años después ya contaba con una tienda propia y desfilaba sobre la siempre disputada pasarela de Milán.
Con sus perchas de alambre y sus vestidos de novia, su tienda taller bien podría haber sido la guarida de Mary Poppins, de un personaje de cuento por cuya casa se dejarían caer las chicas para convertirse en ellas mismas… y también en otras.
Su marca siempre ha representado la antesala de un sueño. No de los antiguos cuentos de hadas, sino de aquellos más surrealistas y poblados con un imaginario cosmopolita.
El Jurado reseña que “Sybilla es capaz de narrar 24 horas de la vida de una mujer sin encorsetarla nunca dentro de un rol; para ella la seducción nunca ha sido cuestión de longitud ni de escote sino de inteligencia”.
“Para Sybilla, todo es lo de siempre y todo es siempre nuevo. Se mueve como una funambulista entre líneas y arabescos, a la vez heredera de Balenciaga y de Yves Saint Laurent. Con Sybilla, incluso un final trae la promesa de un nuevo comienzo, hasta que acaben el día y la noche. Para vivir, a fin de cuentas”.
A finales de los noventa retoma la actividad, este vez mediante su línea Sybilla Noche y extiende sus diseños a ámbitos como el mobiliario o la cerámica. “A los 18 años diseñaba vestidos porque, en ese momento, era mi manera de comunicarme con mi entorno. Con los años he ido cambiando y ampliando intereses y necesidades. De manera natural me he puesto a diseñar cosas que las cubrieran o a buscar a gente que propusiera alternativas y darlas a conocer”.
Los diseños de Sybilla, que durante mucho tiempo vistió a gran parte del star system nacional, se caracterizaron por los colores vivos y las formas sencillas pero oníricas. Alérgica a las prisas y a los nuevos medios, vivió durante un tiempo alejada del foco mediático y volcada en proyectos específicos –como por ejemplo una bolsa solidaria– que consideraba interesantes.
Entre sus colaboradores habituales se encontraban artistas de la talla de Juan Gatti o Javier Vallhonrat: «Cuando los conocí sentí que encontraba a unos hermanos mellizos perdidos. ¡Nos unían tantas cosas! Era muy estimulante y nos empujábamos mutuamente», comenta la diseñadora.
Podemos situar el inicio de su carrera en 1984, cuando muestra su primera colección en Madrid y, desde entonces, su recorrido no se puede calificar de otra cosa más que de meteórico. De las pasarelas patrias -Gaudí en Barcelona y Cibeles en Madrid- con rapidez daría el salto al panorama internacional, llegando a desfilar en Milán, Japón -donde tiene una base especialmente fiel de clientes- y París.
Sybilla quería hacer piezas únicas pero Alberto Guardione la llevó a vender a Biffi, Bergdorf Goodman y Victoire. En 1989 los Zucccoli decidieron producirla, apareciendo en Vogue, Vanity Fair, Glamour y The New-Yorker. Creó un perfume para Shiseido, Louis Vuitton le encargó un bolso, creó la firma Jocomomola para Japón… y tras 20 años frenéticos decidió parar.
“Necesitaba coger perspectiva y cargar pilas. Me dediqué a proyectos relacionados con agricultura, educación y sostenibilidad. Creamos la fundación Fabrics For Freedom dedicada al otro lado de la moda: quién la hace, qué material, qué impacto y alianzas positivas se pueden crear, y ofrecer alternativas.”
Ha recibido prestigiosos galardones del mundo de la moda, desde el Premio Balenciaga en 1988, pasando por la Aguja de Oro en 1997 o la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en 2014 hasta el Premio Nacional de Diseño de Moda en 2015.
Sybilla embellece a cualquier mujer. Sus clientas de hace 20 años siguen usando las antiguas piezas. Produce en España e Italia. Tiene debilidad por el punto de cachemir y la seda porque regula la temperatura, el olor corporal y proporciona una sensación de serenidad.
*Los Premios POP EYE están organizados por la AC BON VIVANT y son posibles gracias al patrocinio de Ayuntamiento de Plasencia y al apoyo de Cafés Delta, Bodega Pago Los Balancines, Ibéricos Hnos Victoriano Contreras, Quesos Granadilla, Bodegas Habla, Pimentón El Colorín, Catering San Jorge, y Flores Bouquet. Radio 5, El Periódico de Extremadura, MondoSonoro, Ruta 66, Muzikalia y Pop Child son nuestros medios colaboradores.