DOLOROSA
Aunque no son unos novatos precisamente, solo hace unos meses que Dolorosa lanzaron «Un gran presentimiento». Supone su segundo álbum – el primero se titula
«Que el mañana sea bueno» – y contiene diez canciones hechas con una enorme meticulosidad en las que, en ocasiones, predominan los teclados por encima de las guitarras, como en «Yo no tengo nada» y «Pasar la tarde», y que según detalla la cantante, Natalia Muñoz, es perfecto para escuchar con los auriculares al salir de casa por la mañana. «Es un disco para el día, muy luminoso», destaca. Y es que a pesar de que los temas poseen un halo melancólico y nostálgico, tanto musicalmente como en las letras, también inspiran un sentimiento de ilusión, por lo que al final deja un regusto más bien optimista.
Aunque el grupo tiene una trayectoria relativamente corta – poco más de un lustro –, cuenta en sus filas con músicos curtidos en mil batallas, como el polifacético multiinstrumentista y compositor murciano Raúl Bernal, quien ha tocado con José Ignacio Lapido, Quique González y Loquillo, entre otros muchos, además de tener
una interesante carrera en solitario bajo el nombre de Jean Paul, y Antonio Lomas, exbatería de Lori Meyers. Ellos dos, aunque fundamentalmente el primero, son el
motor musical de Dolorosa, y encontraron en Natalia la voz perfecta para transmitir el mensaje agridulce de las canciones.
A Dolorosa se le añade siempre a su pop el apelativo de «adulto», aunque la música no tenga edad. Se trata de un grupo que tiene como referentes la música francesa,
italiana y española de los años 60.
Ahondando en el tema de las letras, las canciones de Dolorosa no solo hablan de amor y desamor, sino que poseen un punto reivindicativo que puede ayudar a que «la gente se plantee ciertos cuestiones que quizás pensaban que no eran importantes, y a lo mejor lo son, y mucho», como puede suceder con el movimiento feminista actual.
Uno de sus mejores temas, «Canción protesta», del primer álbum, recopila con acierto los textos de las pancartas de las manifestaciones – «el próximo parado que sea un diputado»; «más profesores, menos asesores»; «nosotras parimos, nosotras decidimos»… –.