LOS NEGATIVOS
A mediados de los ochenta Los Negativos se destaparon como una rara avis, una extraña isla en medio de un mar de tendencias dominado por la modernez y la pose. Las modas de la época dictaban que lo propio era abrazar el punk, la new wave o cual fuere la última ocurrencia aparecida allende los mares.
Sin embargo, el combo formado por Alfredo Calonge, Carles Estrada, Roberto Grima y Valentín Morató prefirió mirar hacia el pop sixtie de Los Brincos, Los Salvajes o The Kinks y a la psicodelia californiana de los setenta, facturando algunas de las canciones más emocionantes de la escena nacional y recibiendo a cambio una más que tibia recepción por parte de público y crítica. Habían cometido el pecado mortal de adelantarse a su tiempo, lo que les abocó a una trayectoria un tanto errática; pero les encumbró a la categoría de grupo de culto, solo apto para los paladares más exquisitos.
Editar cinco discos de estudio en casi treinta años no es precisamente lo que se dice una carrera prolífica; pero Los Negativos necesitaron uno solo para reservarse un lugar para la leyenda. Con Piknik Caleidoscópico (Victoria, 1986), su disco debut, la banda facturó un disco maravilloso en el que conviven inspiradísimas letras surrealistas y melodías sencillas pero absorbentes, aderezadas por intrincados arreglos de clavicordio, farfisa y efectos lisérgicos; con canciones que respiran el suave aroma de la costa oeste americana pero que a la vez están muy arraigadas a la tradición del pop en castellano.