ABC CULTURAL
ABC CULTURAL es el suplemento cultural más veterano de nuestro país. Más de 29 años de compromiso y pasión por la cultura, desde su aparición en 1991, manteniendo a día de hoy una audiencia de casi medio millón de lectores semanales y un prestigio que ha ido labrando durante más de un cuarto de siglo.
Y es así, porque ABC Cultural nació con la novedad de ofrecer información y crítica de libros, de arte y de música conjuntamente. Entonces no se estilaba, nadie lo hacía. Y muy pronto se atrevieron también con la Ciencia, gracias a la inteligencia convincente de Martin Municio («una persona no podrá considerarse culta si no tiene unos mínimos conocimientos científicos»), y crearon una sección fija, que aún hoy persiste en las páginas de El Cultural. E incluso con la ética, donde Adela Cortina y José Antonio Marina dialogaban sobre cómo pensar, porque «pensar bien es divertido pero trabajoso».
Los periodistas que iniciaron la andadura de ABC CULTURAL tenían la indiscutible certeza de que debían hacer del suplemento un territorio por el que todo el mundo – sin presión de camarillas, grupos empresariales e ideológicos – pudiera circular libremente con el único salvoconducto del talento.
Existe la reconocida certeza de que este suplemento ha hecho historia, y ha contado muchas historias sobre la cultura en este país, y fuera de este país; en tiempo presente, pasado y futuro. No solo ha llevado hasta sus páginas aquellos nombres que construían la actualidad en cada instante, detenido por la noticia, sino también aquellas personalidades del pasado que había que celebrar y recordar en aniversarios y festejos diversos, y aquellos personajes y asuntos por debatir que nos traería el futuro, pero que este suplemento tuvo el tino de descubrir y mostrar a los lectores antes de que la tozuda realidad viniera a restregárnoslos por delante de las narices, hechos evidencia.
Todo empieza el 8 de noviembre de 1991. ABC Cultural coge carretera y manta, lo mismo que las chicas de Thelma y Louise en las pantallas cinematográficas. La «Venus del espejo» de Velázquez fue portada porque doce artistas vivitos y coleando eran invitados por este suplemento para que revisitaran a los «genios del Museo del Prado». Lo contemporáneo de la mano de los clásicos es una constante en el discurrir de estas páginas culturales, como ya lo fijara mucho tiempo atrás la revista «Blanco y Negro» (recién cumplidos los 125 años este 2016), reina madre de este periódico y cuanto en él se cobija. También se cumplía en ese número inaugural de ABC Cultural el centenario de la muerte de Rimbaud y encabezaban el «cortejo» fúnebre dos poetas de la talla de Pere Gimferer y Claudio Rodríguez. Otra clave: nombres maestros para asuntos maestros. ABC es la casa de la cultura y ABC Cultural, el ático con sus mejores vistas e inquilinos. La carta de intenciones se refleja muy claramente desde estos primeros balbuceos. Juan Marsé, Claudio Magris, Susan Sontag, Coetzee, Salman Rushdie, Piglia, Vargas Llosa, Banville, Cabrera Infante y un eterno etcétera han pasado por aquí con sus textos, cuando no han concedido entrevistas por una razón u otra del devenir actual de sus vidas y las nuestras. Y apostamos por Stephen King, porque uno de nuestros críticos de cabecera lo denominó «el Charles Dickens del siglo XXI» (portada del 14 de abril de 2012). Quizá algún día también le concedan el premio Nobel.
En definitiva, ABC Cultural ha tenido el acierto de descubrir, de adelantarse a lo que luego ha sido noticia. Nos hallamos en la edad de los titanes. Los dioses se han retirado pero no han muerto, como dijo Nietzsche. Volverán». Qué buen epílogo para un comienzo de andadura: el que se emprende cada semana de cada nuevo número de ABC Cultural.